El ámbar, cárabe o succino (del latín succinum) es una piedra preciosa hecha de resina vegetal fosilizada proveniente principalmente de restos de coníferas y algunas angiospermas. Etimológicamente su nombre proviene del árabe عنبر, ʻámbar, significando lo que flota en el mar, ya que flota sobre el agua del mar, aunque originalmente se refería al ámbar gris.
El ámbar es una sustancia dura, liviana y quebradiza. Se forma por polimerización de resina vegetal residual de algunos árboles que data de hace, al menos, 300 millones de años aunque no se hace común en la historia de la Tierra hasta hace unos 130 millones de años, en el Cretácico Inferior.[1] [2] Con el tiempo sufrió un proceso de fosilización formando masas irregulares[3] y extensas dentro de los estratos de rocas desde el Carbonífero superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario